Williams Henry Jeraldo, iquiqueño de nacimiento, San Bernardino de adopción es un destacado beisbolista, dirigente deportivo, más conocido como el “profe del Béisbol”. Luis Arenas Vásquez, su primer director, creyó en su gran sueño: hacer béisbol. Participó en el Grupo N°1 Los Cóndores, en la brigada juvenil, fue fusilero y escolta de la bandera. Hijo del beisbolista Roberto Henry Alfaro (Q.E.P.D.), nieto del único ferroviario que bajaba locomotora y sus carros en la cuesta de Pisagua, don Moisés Jeraldo O”Ryan.
La infancia aconteció en la base aérea Los Cóndores, ubicada en una planicie saliendo de Iquique por el zigzag. Data de 1927 y que en el gobierno de Frei Montalva se trasladó al sector de Chucumata.
Siendo uno de los primeros colonos que llegó a esa base el año 1957 con apenas un año de vida, se quedó aproximadamente ocho años en medio de la camanchaca y la chusca revuelta por las calles de tierra. Tiempos de las banderas negras, en la cual, la única forma de combatirla, era abrigando la casa por medio de tambores de aceite cortados en tres partes y en cada uno, un brasero en su interior para dar calor a las piezas.
En el año 1965, ocasionalmente la unidad de Los Cóndores simulaban un ataque aéreo y sonaba la sirena de la base aérea, saliendo los aviones y las carros. Posterior al ensayo, Williams y su hermano corrían a la carretera, sacaban la vainilla de la pólvora para jugar de manera intrépida. Dado estos antecedentes a Williams Henry le colocan “el giro sin tornillo”. El padre del deportista era un habilidoso carpintero, además de un destacado beisbolista. Henry jugaba con los palos traseros de las sillas, simulando un fusil, lanzando piedritas con unos elásticos de trabas de ropa. Como la base aérea era una unidad de tiro y bombardeo, uno seguía en línea recta hacía al sur, donde disparaban y tiraban bombas de práctica y que generalmente un avión sobrevolaba sobre la casa de Henry. Por ende, a modo de travesura, iba con su hermano a recoger las vainillas que caían de los aviones en los guantes de béisbol del papá. En la base aérea los Cóndores habían también unos animalitos, un perro llamado “Guardian”, un guanaco, una cóndor de nombre Yayita y una tortuga, la cual cuenta la leyenda urbana, tenía un coraza de aluminio de avión, toda vez que un funcionario en estado etílico le rompió su caparazón. Esta base no tenía luces, se usaron los tambores de aceite para alumbrar y recibir a un avión de Antofagasta, que venían a buscar a los seguidores del Che Guevara en 1967, cuando fue capturado en Bolivia.
Williams y sus hermanos estudiaron en la Escuela N°4. La enseñanza media la hizo en el “Liceo de Hombres”. Estudió un año en la Universidad de Chile: Técnico Estadístico. En el deporte, jugó fútbol por el Club Los Cóndores (2da, 1ra infantil y juvenil). Básquetbol por Unión El Morro. Waterpolo en Academia. Sin embargo, su pasión era el béisbol. Jugó por Splendid y “Olimpo”; siendo delegado del Olimpo y querido anotador de la Asociación de Iquique.
En el año 1968, la familia de Williams se traslada a la Remodelación El Morro, antes de tomar el Longino y hacer patria celeste en tierras forasteras.
El año 1976, se fue a estudiar Pedagogía Básica a la Universidad de Chile en Arica, enseñando béisbol a estudiantes del segundo ciclo y ayudando a crear el Club de la U y de la Universidad del Norte. Egresó el año 79, y se fue a Santiago y lo nombraron delegado en la Federación de Béisbol de Chile.
Actualmente, está radicado en la ciudad de San Bernardo, donde lleva 48 años enseñando béisbol, el nuestro el chileno/americano no caribeño.
En enero y febrero con su hermano Patricio fueron árbitros del 1er Campeonato de Sóftbol Varones en la comuna de La Granja.
Williams Henry se emociona hasta las lágrimas, ya que su Sra. Nancy Rodríguez Guzmán lo dejó amar el béisbol, tanto como él la amaba a ella. También agradece infinitamente a su hijo William y a su querida nieta Darinka.
Enhorabuena, después de 8 meses de una operación en una hernia , Williams Henry Jeraldo ha vuelto a retomar el béisbol de menores de niños y niñas de primer a tercer año de la escuela “Marcial Martínez “de la comuna El Bosque.
Hoy, renace otro Iquiqueño de nacimiento y corazón en tierras forasteras, hoy renace el águila iquiqueña, el cual aprendió a volar entre la camanchaca y la explanada solitaria detrás del zigzag y de la mano de su padre. Es el béisbol su gran pasión, y son los niños la alegría del día a día.
Por #plumaiquiqueña
Agradecimientos a Williams Henry Jeraldo, el profe de Béisbol, orgulloso de ser iquiqueño, jugando y enseñando en San Bernardo.