Estadio de Cavancha

“Los mismos habitantes de esta ciudad, por el carácter tan especial que poseen y que ellos mismos se reconocen, saturado de alegría y de indiferencia por los rigores de la vida y todas aquellas preocupaciones  que embargan el pensamiento de los filósofos,  manifiestan que en Iquique se vive en un perpetuo Carnaval.” (Francisco Javier Ovalle “La ciudad de Iquique” , 1908).
La alegría nortina, este sentimiento hermoso tan arraigado en nosotros, el cual nos identifica con la Pacha, los ancestros, las bondades, el mar, napas, lagos, fauna, flora, cerros, bailes, comidas…el bombo; ¡maldita sea! ; los latidos de mi corazón se repliegan en este momento por mis venas, bailando con el rugir de la Fiel del Norte.
Un canto maravilloso y ensordecedor, que nos acerca inexorablemente a un pasado glorioso que no muere. Como olvidar esas tardes en la galería, con la familia, los amigos, observando un estadio atiborrado de gente, sentadas y de pie apoyadas a la reja, tal cual coliseo romano existió, alentando al equipo, dando la vida si fuese necesario. El gol es simplemente el orgasmo del fútbol, el estadio se desprende de la tierra y se va al aire como una bocanada de locura y libertad absoluta.
Somos hijos de la historia, pero también de un romántico pasado. En la década de 1920, con el auge del salitre, se gestó la idea de acudir a diferentes espectáculos, ya fuese a partidos de fútbol o al Teatro Municipal. La construcción del “Estadio Municipal de Cavancha” comenzó en 1927 y se inauguró en 1932. Es la infraestructura deportiva más antigua de la región. El recinto deportivo abrió sus puertas al fútbol, atletismo y ciclismo, a los que se sumaría luego el boxeo, además de eventos religiosos, presentaciones artísticas y ceremonias de reconocimiento a miembros destacados de la comunidad.
En el año 1976  aumentaron y mejoraron las graderías para recibir a más público, tras el traslado del aeropuerto fuera de la ciudad en 1973; en 1978 el equipo de “Club Deportes Iquique” empezaría a utilizar el estadio municipal como su casa. El ascenso a primera división, es uno de los hitos más recordados dentro de la historia del estadio. También fue testigo de doce temporadas en Primera División (1980 a 1990 y 1993), además de dos ascensos desde la llamada segunda División (1979 y 1992).
Ad portas del mediodía, la hora evoca la sirena del “Colectivo O´higgins” y la complicidad con el vecino, de esas cosas pendientes antes del partido. Apurado y ligero, vislumbraba por el balcón al esposo de la señora Ginita con su clásica boina, cojín y una pequeña radio a pila sintonizando la pasión de multitudes. En esos tiempos los iquiqueños acudían muy temprano por guardar popularmente “un lado”, mientras el otro preparaba una colación y una picardía escondida en la mochila.
Después de intensas luchas ,los ciudadanos se manifiestaron por iniciativa propia, solicitando la declaración al “Consejo de Monumentos nacionales”, que el “Estadio Municipal de Cavancha”, fuese declarado Monumento Nacional. Dichas firmas tuvo sus frutos al declararse el 25 de febrero de 2019, en la categoría de “Monumento Histórico” al antiguo y querido estadio de Cavancha.
#pluma iquiqueña
Fotografía: Hernán Pereira Palomo

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