Era 1987, vivía en calle las Tarkas con la avenida Tadeo Hancke y la fiebre futbolera entusiasmó a todos los vecinos. Inolvidable fue la victoria de Chile sobre Brasil 4 a 0 para la Copa América. La celebración se extendió hasta altas horas de la noche . Con los cabros gritábamos y cantábamos como condenados.
Lamentablemente vino el “Maracanazo” ocurrido en el Estadio de Maracaná el 3 de septiembre de 1989, durante el partido entre las selecciones de fútbol local y Chile en la última fecha de la Clasificación de la Conmebol para la Copa Mundial de 1990.
Desde ese lamentable episodio no supe del fervor por el balón pie hasta el año 1998. Las eliminatorias Francia 98, vinieron a reencantar al pueblo chileno con la selección. El último partido con Perú, desencadenó la locura total. En lo personal no pude evitar subirme a la caravana de la victoria. Lamentablemente, mi ímpetu quedó estancado al caerme de la baranda de una camioneta. Las heridas de esa rodilla cicatrizaron, pero la eliminación de Chile en octavos de final con Brasil me dolió por mucho tiempo. Quizás el empate frente a Italia y el penal mal cobrado en contra de Chile, significó la crónica de una eliminación anunciada. No obstante, el grito de Zamorano al terminar de cantar el himno… “Vamos Chile mierda”, es el antecedente de un fenómeno sociológico único para nuestra selección, “cantar el himno completo”. Quién no recuerda el memorable partido Chile v/s España en el Mundial de Brasil 2014. España por ese entonces, el campeón del mundo se rindió a este nuevo gladiador. La ovación en el estadio fue similar al gran “Coliseo Romano” con la frase por antonomasia ¡Los que van a morir te saludan!.
Saben imaginé a los jugadores vociferando a todo pulmón y sin miedo a nada. Y sin temor alguno, esas piernas doradas hicieron una epopeya el 2015 y 2016 con la Copa América y la Copa América Centenario ganándole a Argentina en definición a penales. A esas alturas éramos los “Campeones del Mundo”.
Actualmente ambos equipos están participando en la Copa América USA 2024. Donde la albiceleste venció por la cuenta mínima a la Roja. La rabia del hincha se hizo notar con el arbitraje, al no cobrar un penal en favor de Chile en el primer tiempo. Sin embargo, el portero Bravo se lució como líder y el mejor jugador del encuentro.
Nada nuevo bajo el sol, el sufrimiento con los penales deviene con la historia del fútbol chileno, sólo recordar la definición con Brasil el 2014 y el palo de Pinilla o la clasificación a la final de la Copa Confederaciones 2017 al vencer en la tanda de penales 3-0 a Portugal con gran actuación de nuestro capitán.
Hoy por hoy, la Roja tiene que ganar sí o sí a Canadá para clasificar a cuartos de final, porque tanto el empate como la derrota los deja fuera del torneo.
¡Vamos muchachos!
Califíquenme de flaite por seguir soñando, pero yo creo en la selección, prefiero levantarme alegre cada mañana con la marraqueta crujiente y con la ilusión de gol de nuestra selección.
#pluma iquiqueña